lunes, 30 de enero de 2017

¿Qué viene después del MIR?




En primer lugar, daros mi más sincera enhorabuena a todos los que hicisteis el MIR el pasado 28 de enero, el simple hecho de estudiar hasta el último día sin perder las fuerzas después de tantos meses de preparación y aguantar esas cinco horas, ya hace que tenga que felicitaros. Sé que lo que más os importa en este momento es el número que podáis tener, cuántas preguntas se anularán, cuantas impugnarán y cómo os afectará eso, pero podéis estar seguros de que si habéis dado todo por vuestra parte tendréis vuestra más ansiada recompensa, y sobre todo pensad que por primera vez en mucho tiempo tendréis tres meses y medio de vacaciones que podréis disfrutar como queráis. Estarán ahí los periodos de salida de la plantilla provisional, las impugnaciones y los resultados definitivos; pero eso solo será para manteneros alerta mientras disfrutáis de vuestro merecido descanso. 

MIR 2017

 Y ahora, ¿qué hacemos después del examen MIR? Pues algunos se dedican a visitar hospitales y preguntar en los diferentes servicios en los que les gustaría trabajar acerca de la especialidad que tienen pensado escoger para así poder hacer una mejor elección; otros se van de viaje durante esos meses, para conocer nuevos mundos o incluso estudiar idiomas; o hay quien se pone a trabajar u opta por aprovechar el tiempo en dormir y recuperar  las horas de sueño perdidas después de tantas horas de estudio, tantos simulacros y tantísimas horas de clase en la academia.

En mi caso, además de dormir y viajar; lo que hice fue informarme acerca de las especialidades que tenía en mente. Fui a varios hospitales, de diferentes provincias, preguntando lo que la mayoría de los futuros residentes preguntan en estas visitas: cuántas guardias se hacen, cuántas de policlínica y cuántas de especialidad, cuáles son las rotaciones, el número de sesiones clínicas que hay que hacer por año, la posibilidad de hacer una tesis o dedicarte a la investigación o la opción de ir a rotar fuera de tu hospital. Es importante conocer todos esos puntos y comparar con la información que te dan en diferentes lugares para saber dónde elegir, pero también hay mucha gente que elige la especialidad solo teniendo en cuenta el lugar porque prefieren quedarse cerca de la familia o los amigos. A fin de cuentas el objetivo de esos meses de vacaciones es meditar qué hacer con tu vida e intentar elegir algo que te guste de verdad, porque es a lo que te vas a dedicar mínimo durante los siguientes cuatro o cinco años y probablemente el resto de tu vida.


Hospital Regional Universitario de Málaga


Como he dicho en entradas anteriores, a mí me preocupaba mucho el hecho de que al llegar a mi futuro puesto de trabajo surgiera algún contratiempo y no me dejaran ejercer la especialidad que eligiera el día de la asignación de plazas. Por ello, además de preguntar por todos los puntos mencionados anteriormente, yo también preguntaba si habría algún problema para formarme en alguna de las especialidades que rondaban por mi cabeza. Fui directamente a esos servicios, hablé tanto con jefes de servicio y con tutores de esas especialidades. Además, consulté a los jefes de estudios de diferentes hospitales, así como con a los responsables de los servicios de Medicina Preventiva y Salud Laboral. Digamos que la n que usé para resolver mis dudas fue bastante amplia. De las personas con las cuales me entrevisté, ninguna me dijo que no podría hacer la residencia de Medicina Familiar y Comunitaria, Radiodiagnóstico, Medicina Física y Rehabilitación, Medicina del Trabajo, Anatomía Patológica o Medicina Nuclear. Algunos sí me dijeron que, al tener una hemiparesia y no poder hacer un uso normal de mi mano izquierda, podría tener algún problema a la hora de realizar alguna técnica, pero seguidamente me decían que esos serían problemas que ya se resolverían realizando una adaptación del puesto de trabajo o simplemente buscando la forma de realizar esas técnicas con una sola mano.

En una de mis visitas conocí a un R1 de MFyC, me dijo que no debía ir preguntando si era válida o no para tal o cual especialidad, porque daba la impresión de que yo no me veía capaz de poder desempeñar ese trabajo por mis características, y me aconsejó que dejara de preguntar para que el día que eligiera la plaza no me viese influenciada por los comentarios y opiniones de gente que no me conocía y que podían tener opiniones fundadas en prejuicios sobre la diversidad. Y es cierto que puede haber gente que por el simple hecho de que te vea con alguna “limitación” pueda pensar que no vas a poder hacer las cosas como el resto, aunque cuando te conocen y te ven trabajar se dan cuenta de que puedes con eso y con más. Así que decidí hacerle caso y seguir su consejo; además, ya tenía una muestra lo suficientemente representativa para que los datos que recogí fuesen fiables, aunque sabía que algún sesgo podría haber cometido.

Con esta entrada lo que quiero transmitiros es que si tenéis las mismas dudas e inseguridades que tuve yo después del examen y antes de elegir la plaza, si no sabéis a quiénes tenéis que consultarles si podréis realizar vuestra formación o dónde tenéis que dirigiros, os aconsejo que además de ir a los propios servicios por los que estéis interesados, también acudáis a las Unidades Docentes con las que estén vinculadas y sobre todo a los Servicios de Medicina Preventiva y Salud Laboral de sus respectivos hospitales, que en última instancia son los que realizan el examen médico y emitirán el dictamen del mismo como APTO, NO APTO o APTO CON RESTRICCIONES.



 
Pero igualmente os digo que la información que recojáis os sirva para hacer balance de donde seréis mejor recibidos, pero que no os influya en vuestra decisión, ya que en la medicina lo más importante es la vocación, así que el día de la asignación de plazas, además de elegir con cabeza hacedlo con corazón, vuestros pacientes lo agradecerán.

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